16 jun 2007

Cavalls del Vent. La Crónica




Cavalls del Vent


Distancia: 97kms

Desnivel: 10200mts
Tiempo: 14:43hrs
Etapas: 1
Clasificación: 6
Año: 22 Julio 2006
Zona: Cadí-Moixeró, Cataluña, España



Cavalls del vent es una travesía de montaña por los 8 refugios del parque natural de cadí-Moixeró con un desnivele de 5000mts positivos y mas o menos los mismos negativos . Aprox 96kms.

Allí nos juntamos atletas de YWNRA un grupo de corredores unidos por el ultra running para hacer una toma de contacto y de paso entrenar como locos por parajes desconocidos.

Mi experiencia personal fue increíble, ya que en teoría iba a hacer un crono de18-20 hrs. , y al final fueron 14:43 hrs. , un tiempazo, eso sí, gracias a Xesc Terés, Josep Artigas y Ramón  porqué yo solo  seguro que me hubiera perdido en algún tramo. Un circuito circular no muy bien marcado.

Salimos todo el grupo de YWNRA a la 3:00 AM, desde el refugio de GRESSOLET. Pasamos tramos muy bonitos aunque fuese de noche. Por ahí decían que la noche es mágica. El camino comenzó en subida técnica cruzando ríos y bosques densos pero al ir un grupo pasaba el tiempo muy cómodo.

Pasamos el refugio de SANT JORDI un grupito de 7 personas, yo sin tapón de la botella, ya que me caí por un barranquillo pensando en cosas que no debía…, marcamos la cartilla y seguimos hacia REBOST. Mientras llegábamos se empezó a aclarar el día y disfruté mucho de las fabulosas vistas de la travesía.
Llegamos al refugio y Josef se pide una Cola y yo le sigo ya que me apetecía muchísimo. Allí vi que la cosa iba a ir serio, ya que Josep Artigas, llenó el camel-back y rápidamente se puso a tirar. ¡Yo hubiera reposado un poco más, pero la vida es dura!!

Ahora nos adentrábamos en el SERRAT GRAN, con una altura de 2402 mts, para subir hacia el Refugio Niu d’Àguila, uno de los más bonitos a mi modo de ver. Subiendo me puse mi camiseta racing y eso me impulsó hacia la cumbre con unas vistas de vértigo. El trazado en ese punto no era muy técnico y parábamos a hacer fotos y disfrutar de un día radiante. En eso que llegamos al refugio. Allí Josef abandonó.

La bajada desde el refugio fue bastante entretenida, ya que íbamos rapidísimo. Desde el refugio Niu de l’Àguila al refugio del Serrat de les Esposes, fue bastante largo, pero de gran belleza. Al ir con gente experimentada, trazamos por un canal increíble donde vimos 5 ciervos que paseaban por su casa!! ¡Algo irrepetible!!! Es un lujo poder disfrutar de paisajes sin miedo a perderte. El grupo de 3 era experimentado.

Llegamos al refugio Serrat de les esposes, donde un Aquarius nos esperaba, gracias siempre a Xesc que le debo algún refresco. Todo el rato hablando de anécdotas y avanzando sin parar para dirigirnos  a Cortals de l’Ingla. Allí el calor apretaba mucho e hizo que el ritmo disminuyera un poco.

En Cortals sellamos la tarjeta y nos comimos un bocata. El capi Josep mandaba y sus vasallos le hacíamos caso. En el refugio estaba el chaval del récord de la travesía ( 9hrs y poco) , se llama Kilian y apunta alto. Desde el refugio teníamos 2:40hrs hasta la siguiente parada. Decidimos dividirnos un poco ya que a pocos kms estaba el puerto de Vimboca. Muy largo y técnico. Aquí había que ponerse manos a la obra, ya que todos esperábamos la llegada, aunque faltaba mucho.

Ramón y Josep se quedaron un poco atrás y Xesc y un servidor continuamos lo más fuerte que podíamos. Seguimos fuerte por el tramo del Pedraforca entre ovejas y gritando libertad y de repente,  Josep nos coge. Venía de un barranco como si conociera aquello como la palma de su mano. Lo esperamos  y salimos los tres juntos.

A partir de ese punto sí que venía lo más duro de Cavalls de vent. Serra pedregosa.Iba a cuatro patas, algo muy chungo, pero había que subir y subir !! Aquí personalmente, faltando 17 Km, comencé a bajar un poco el ritmo, pero aún me defendía ante el todopoderoso Xesc Terés, el Taca-Taca.
En ese tramo también dejamos a Josep, pero nos sorprendió y nos atrapó con un atajo de vértigo mas a delante. La experiencia de haberlo hecho 6 o 7 veces también cuenta.

Del refugio Lluís Estasen no hice ni fotos de lo mal que iba. ¡Los cuádriceps no me los sentía!! y encima el tramo hacia Gressolet era todo bajada trialera!!! Que fuerte, como me costo. Pero el cansancio es pasajero y la gloria para siempre como la foto después de 14:43hrs con la sonrisa por encima de todo.

Vaya circuito más duro. Ahora todo es positivo, pero la verdad que costó bastante. una tirada larga y dura.






























6 jun 2007

ironman Lanzarote 2001


Ironman de Lanzarote 

Tiempo: 12:33hrs 
Etapas: 1
Clasificación: 272
Año: 26 Mayo 2001
Distancia: 3.8kms Natación
180kms Ciclismo
42kms Correr
Zona: Lanzarote, Islas canarias, españa


 Mi primer gran reto: 3'8kms natación - 180kms bicicleta - 42'165kms correr

Empecé triatlón de manera muy esporádica en 1997, y poco a poco fui compitiendo y a la vez entrenando bastante para poder progresar, hasta que me planteé: para qué entrenar tanto si sólo hago modalidad sprint/olímpica? y además si los primeros van a distancias desorbitadas? Así que pensé: haré algo en lo que deba entrenar bastante y a la vez sea algo diferente. Y me vino a la cabeza IRONMAN. Y no cualquiera, sino Lanzarote que dicen que es el más duro del mundo. Así que dediqué casi un añito a prepararme, sin tener mucha idea, sin haber hecho ni siquiera un maratón y llegó el día 26 de mayo 2001.

Ya había llegado a Lanzarote un par de días antes para eso de aclimatarme y probar el material...y la verdad es que estaba nervioso, porqué veía a mogollón de gente con unas bicis del espacio, gafas, gorritas, todos fibrados... y pensé: yo soy uno de esos? no me lo creía, pero sabía que sería finisher ante todo. Lo tenía muy claro, ya que en mi pueblo se había creado una expectación por lo de la carrera y no quería fallar.
El primer choque fue la hora de Boxes, que se hizo un día antes. Estaba cagadito. Me revisaron el casco, los dorsales, la bici, las bambas...parecía un cateto de pueblo en un gran evento deportivo. Bueno, pude dejar todo en su sitio y estar relajado todo el resto de la tarde en la piscina del hotel. Cena abundante de carbohidratos y a dormir, ya que a las 4:30 en pié.

Madrugada y gran tensión. Me vestían como a un torero y a la hora de abrocharme el maillot, pronuncié unas palabras en voz baja: " Ironman, como acabe... " y suspiré. Fue un gran momento y era lo más grande en mi vida, no había otra cosa, ser Finisher.

Desayunamos enfrente de boxes y nervioso, miraba quien se ponía el neopreno. Cuando vi a alguno con el traje, llegó la hora. Vaselina y neopreno rumbo a la playa. Estaba cagado!!! Había 850 participantes y yo con mi objetivo en mente, la primera bolla. Salí bastante fuerte, ya que no te puedes dormir y al pasar la primera bolla, cambió mi objetivo radicalmente. Iba muy cómodo sin que nadie me molestara, nadé muy bien y debía conservar para la bici. La segunda vuelta me resultó también muy cómoda y llegué entre los 100 primeros con un tiempo de 57 min.

La bici fue dura, muy dura. Soplaba un siroco fuerte, fuerte, pero yo quería acabar el tramo de la bici y en la maratón ya veríamos. El primer tramo ( km 60 ),  estaba muy tranquilo, cantando, mirando el paisaje, hablando con mi primo y Francis y Edu, que iban en coche de apoyo, pero a partir de las 4 horas, empezaron las cuestas, el solete, el viento. En mirador de Haria, recuerdo que tuve que apretar los dientes y seguir adelante y justo la bajada, pinché!!! No llevaba recambios, se me habían caído!!! Qué fuerte, la gente no se paraba y no sabía qué hacer, hasta que llegó el coche de asistencia y me lo arregló. Estaba cansado de esperar y ver como la gente me pasaba y pasaba. Cogí la bici y me puse manos a la obra hasta que quedaban 15kms y fui dosificando. Eran las 15:00 hrs. Imagina que calor, y llevaba 7 horas en la bici. Y a lo lejos veía la meta de la bici. Y pensé ahora toca correr una maratón!! A por ello!! Llegué el 270 y en total 8 horas.

Empecé corriendo, no quería parar, mi objetivo era no parar. Pero en los controles vi que había que parar, era necesario. El hidratarse era muy importante ya que si no bebía y comía algo las piernas se resentirían. Mis colegas me animaron mucho, pero en mi primera vuelta, el suizo que ganó, pasó por delante mío con todos los collares (3) y yo sólo tenía uno!! pero tenía que seguir. Mi objetivo era el de todo un año entrenando. Estaba allí, en la tercera disciplina del Ironman más duro del mundo y la meta estaba a dos horas. Sabía que acabaría. No tenía ninguna duda, pero para eso tenía que avanzar y avanzar. Un Portugués me animó, ya que la última vuelta miraba al suelo y me dijo que disfrutara del momento. Eso hice. Cogí la gorra con la mano izquierda  y escuché a Francis que me gritaba: YA ESTÁ IRONMAN!! YA HAS ACABADO! eso era segundos antes de pegar un grito, emocionarme y cruzar mi gran objetivo. Era un FINISHER. 12 horas 34minutos, de apretar dientes, para conseguir mi gran sueño. todo se acabó y mi cuerpo se fue recuperando poco a poco. Finalicé el 227 de la general.












4 jun 2007

The Coastal Challenge. La Crónica



The Coastal Challenge

Distancia: 220kms
Tiempo: 22:51hrs
Etapas: 6
Clasificación: 8
Año: 3 Febrero 2007
Zona: Costa Rica



Ya era una costumbre que al acabar una carrera pensara en otra aventura para no dejar escapar ese tono de entreno y esa experiencia tan positiva como viajar y competir.
Ya había completado carreras en Europa, África y Asia, así que me centré en buscar algo por Centro Ámèrica.
No habían muchas competiciones en el nuevo continente que coincidieran con mis requisitos, pero al final, tras varios días de decisiones, el destino fue: Costa Rica.
Me acuerdo que estando de vacaciones en Tailandia, una pareja me comentó que no había visto un país más bello que Costa Rica. Que estaba plagada de aves, bosques y cascadas y que si algún día podía ir, que no me iba a arrepentir. Además nunca había competido en Selva Tropical. Otro aliciente más para descubrir nuevos paisajes y correr en climas diferentes.
Los entrenos para este tipo de competiciones suelen ser bastante específicos, pero yo no hago mucho caso. Mi planteamiento es intentar salir cada día a entrenar e ir escuchando al cuerpo. A veces tiradas de 20 kms y otras veces con 10 kms ya basta. Eso sí, intento variar el terreno. Me gusta mucho la velocidad del asfalto pero también las pistas de montaña para fortalecer las piernas.
Por suerte en mi pueblo, Blanes, tenemos todo tipo de terrenos. Creo que es el lugar ideal para entrenar. Humedad, calor, montaña y unas vistas a la Costa Brava espectaculares.
Para intentar aclimatar un poco y poder disfrutar del País, salí una semana antes de la carrera con Neus hacia Costa Rica. En cuanto aterrizamos en el aeropuerto de San Jose ya pude palpar la dureza del clima y pude ver un país lleno de bosques y montañas. Anticipo de una de las carreras más exigentes que haya participado.
Con Neus, recorrimos la parte Caribeña del País, atravesando parques naturales e incluso cruzamos la frontera con Panamá para descubrir el archipiélago de Bocas del Toro y su cultura Panameña.
Con una semana de ruta por el país, una aclimatación a la calor del verano y unos entrenos con mucha humedad, nos desplazamos a Volcán Arenal, punto de inicio de la carrera.
The Coastal Challenge, en mi edición, fueron 220kms divididos en 6 etapas dormiendo en diferentes campamentos atravès de la ruta del fuego. Se cruzaba todo el País, desde la zona volcánica del centro a la zona árida del oeste, acabando en las playas de la bahía Salinas en el Océano Pacífico. Un recorrido muy exigente y con muchos contrastes.
El primer día de carrera fueron 21kms, no era mucho pero la dureza fue extrema.
Aún me acuerdo de la ascensión al volcán Cerro Chato, con un camino embarrado y una humedad de casi el 100%. No me esperaba que correr en Selva tropical iba a ser tan agotador. Habían tramos en los que iba literalmente a cuatro patas.
Por la mitad de la etapa la ruta nos llevó a los pies del Lago Arenal, disfrutando de un camino totalmente llano y con una vistas impresionantes. El ritmo era muy alto y me fue imposible estar en posiciones de cabeza. Los Ticos, como se les conoce a los nacidos en Costa Rica, son muy fuertes y se desenvuelven muy bien es condiciones como las que había ese día.
El tramo final trancurria por una pequeña cordillera y fue en la última subida que me quedé sin aliento. Menos mal que desde la cima se veía Rancho Margot que era el final de etapa y pude descender sin problemas.
Me acuerdo como si fuera hoy mismo de las palabras que le dije a Neus nada más cruzar la meta:
como todos los días sean así, será imposible acabar”.
Menos mal que disponíamos de fisioterapeuta durante toda la carrera , Javier Cordero, que me dejaba en perfectas condiciones para el día siguiente y que la organización nos facilitaba la cena cada día, que era ideal para coger fuerzas y poder recuperar bien.
El segundo día era la etapa larga de 60kms desde Rancho Margot a Tierras Morenas y tardé poco más de 7hrs. Comenzaba a encontrarme bien y eso me facilitó las cosas.
En esta etapa salimos con un paisaje totalmente verde, cruzando ríos, subiendo Volcán Tenorio, atravesando selvas y con muchísima humedad. Y acabamos con un camino árido, con muchísimo viento y una calor desmesurada. Un contraste de climas excesivo y peligroso. Los corredores desfallecian por el camino de deshidratación. Hasta pasé a los corredores de cabeza que incluso les ayudé con geles. Ellos corrían mucho pero les faltaba cuidar un poco la alimentación. La etapa era muy larga y has de prevenir siempre. No está de más llevar algo de comida extra para situaciones difíciles.
El tercer día fue un poco de relax, 18kms hasta río Chiquito. Todos los corredores bajaron ritmo por la dureza de las dos etapas anteriores y yo seguí con mi pauta. Las subidas caminando y el llano y las bajadas corriendo. Con esa estrategia avancé mucho en la clasificación, ya estaba en Top10.
Ese día el campamento estaba situado en un enclave idílico. A tan solo 100mts teníamos la cascada de río Celeste, una de las más bonitas del país y que me vino genial para pegarme un baño de agua fría y relajar los músculos.
La cuarta etapa también fue de contrastes. La majoria del tramo trancurrió por el parque natural Rincón de la Vieja donde cruzamos ríos a nado, saltamos cañones e incluso hubo tiempo para correr por pista dura. Fueron 50kms que comenzaron con casi una hora corriendo acompañado de Guillermo, un corredor Tico y de una vaca. Si, de una vaca que se nos puso al lado y nos siguió hasta que no pudo más. Fue una escena muy graciosa que hizo que nos olvidáramos un poco de la competición. Poco después, al llegar al primer avituallamiento, me entró un arrebato y comencé a correr y a sentir que ese día iba a ser una etapa de ensueño.
Pasé a casi todos los corredores hasta llegar a la tercera posición. Las sensaciones eran muy buenas. Lástima que faltando 12kms se me reventó el camelback y no pude beber agua en la última fase de la etapa. Llegué un poco deshidratado y con un dolor muy fuerte en la rodilla derecha. Tras las 5:30hrs de etapa era normal estar cansado pero la rodilla me preocupaba.
La penúltima etapa acababa en Junquillal, una playa virgen del Océno Pacífico. Eso quería decir que el recorrido sería descendiente. Eso me motivó un poco, ya que en teoría sería una etapa rápida. Salí muy despacio. Me dolía a rabiar la rodilla y hasta los primeros 10kms no me acostumbré a correr con tanto dolor.
Poco a poco iba cogiendo ritmo y a pasar a bastantes corredores. El terreno era muy árido e hizo todo un poco más épico. Veía a corredores muy cansados y les motivaba con frases como : “el cansancio es solo un estado mental” . Ellos me miraban extrañados, pero al finalizar la etapa me íban a agradecer esas palabras de ayuda.
Esa noche la pasé fatal. Entre la calor, la exigencia de la competición y mis continuas deshidrataciones, comencé a encontrarme mal de estómago y a tener fiebre. Y encima la rodilla la tenía hecha polvo. Un final de carrera que se complicaba. Pero sólo quedaba un día. Aguantar era vital.
La última etapa fue agobiante, ni ver las tortugas como salían del huevo e ir a mar me quitaba el malestar que llevaba.
Intenté salir tranquilo pero ni aún así podía correr mejor. No me acuerdo de los últimos kms, pero si sé que se me hicieron eternos. Crucé la soñada meta y entré en una fase de descomposición muy bestia. Con vómitos y 40 de fiebre. Me encerré en la habitación del hotel todo el día.
Menos mal que tenía a Neus al lado que me animaba y me recordaba que había finalizado la carrera y que ya estaba todo hecho. No me lo podía creer.
La fiesta final me la perdí. Estaba físicamente, pero mi cuerpo estaba indispuesto.
Poco a poco me fui recuperando. Me habían pasado tantas cosas durante la carrera que mi cuerpo solamente quería descansar. Y eso hicimos.
Tres días en Tamarindo me acabaron de recuperar. Tranquilidad, playa, sol y buena comida.
Como dicen en Costa Rica unos días de Pura vida.