25 sept 2020

La crónica. Integral Dordogne Paddel Surf

Integrale Dordogne 130k

Distancia: 130kms
Etapas: 1
Tiempo: 12.33hrs
Posición: 7General 1 Hinchable
Año: 5 Setiembre 2020
Zona: Dordogne, Francia


Mi primera gran experiencia en Paddle surf : Integrale Dordogne 130

Tras varios años practicando Paddle surf, un deporte que alterno perfectamente con el running, ya que trabajo mucho la parte abdominal y espalda, decidí inscribirme en una competición de larga distancia en esta disciplina, para probarme y ver que como se me daba.

La Dordogne Integral es una competición de Paddle surf por el río Dordogne, en el sudoeste  de Francia, muy conocida por los franceses sobretodo en la disciplina del kayak, donde han introducido la modalidad del paddle surf estos últimos años.

La distancia a recorrer son 130kms Non Stop, donde dispones de 4  avituallamientos para poder descansar y recuperar fuerzas. 

El recorrido va desde la localidad de  Argentat hasta Castellnaud-la-Chapelle, cruzando castillos y pueblos medievales de los más bonitos de Francia. ¡Todo un espectáculo!

Llegamos con Neus un día antes de la carrera a Argentat para recoger dorsal y aclimatarnos.

Pude practicar un poco de paddle surf en el río para ver como iba con la tabla nueva, ya que decidí no coger mi tabla de carbono y pedirle a Tomás Sánchez, compañero de equipo de Sup One Team y campeón de España en paddle surf, una tabla hinchable Stardboard 14' 24" que pensé que sería lo ideal para ir por el río, por el tema de las rocas y tramos de poca profundidad.

Me encontré bien con la tabla, pero vi que no había casi corriente en el río, por lo que ya me di cuenta que tendría que remar sin parar durante muchas horas.

Preparé por la noche el material obligatorio y la alimentación que iba a llevar. Algo nuevo en una disciplina que nunca había experimentado antes.

Al despertar, a las 5h de la mañana, todo eran dudas: la ropa: si abrigarme más o menos, la comida: si mucha comida o nada y  finalmente lo planteé como una carrera de running. 

Salí con malla corta y chaleco. Sin camiseta. Me pareció suficiente para combatir al frío. Y acerté como pude comprobar más adelante. Y de comida, cogí frutos secos y preparé alguna bolsa para los avituallamientos. Ya que Neus me las podía facilitar durante el transcurso de la competición. Me puse mi visera Sup One Paddle surf y mis gafas AWA , que flotan en el agua, y preparado!

Fuimos en coche hasta la salida, completamente de noche, y al llegar me puse a inflar la tabla, estaba con ganas y la inflé en dos segundos.

Vi mucha tabla rígida, me sorprendió bastante y dudé en si había escogido bien, pero ya no había plan B. 

Nos hicieron salir por el río desde un camping hacia Argentat, la salida , en plena oscuridad y yo sin luz. Para haberse matado. Solo pensaba en no caerme, que hacía biruji a esas horas…

Al llegar a Argentat,  ya pude ver el ambiente, unos 250 kayaks y 70 paddle surf. Impresionaba mucho, y aún me decían que no era nada comparado con otros años, ya que suelen ser entorno a 650 participantes, pero este año por CoVid y demás se había reducido mucho la participación.

Mi planteamiento inicial era acabar, era una nueva modalidad para mi, la larga distancia en paddle surf. No tenía sentido salir a morir sin saber que podía pasar.  Por lo que me situé por la parte de atrás en la salida, para ir viendo como me adaptaba al río y a la distancia. 

3,2,1, salida a las 6h. Ya vi el nivel de competitividad enseguida. Salían los paddle surf a muerte! Pensé que era una locura si querían mantener ese ritmo tantas horas. Yo calculaba hacer unas 13 horas. Así que fui a lo mío, ritmo alto pero controlado totalmente, sin ahogarme y así fui avanzando poco a poco.

 Me uní a un grupo de 3 paddle surf rígidos que iban a un ritmo alto, e intentaba seguirlos. Sin quererlo estaba en posiciones de cabeza, con franceses que se conocían el río a la perfección, solo tenía que ir con ellos y aguantar.

Los primeros Kms fueron los más peligrosos, ya que habían muchos tramos de rápidos, presas y alguna cascada. Nos habían entregado un roadbook con todo tipo de indicaciones y aun que me lo había ojeado, no imaginé la dificultad de ese primer tramo por mucho que nos avisaran. Impresionaba mucho el estruendo del agua por la zona de los rápidos. 

Se me iban escapando los paddles surf de mi grupo, por llevar tablas rígidas de carbono y además el mismo río te desplazaba y nos separaba, por lo que me quedé solo tras los primeros 10 Km, y tuve que comenzar a concentrarme en leer el río e intuir por donde era mejor remar para avanzar más y no caer sobre las piedras, estaba lleno.

Al estar entrenado en mar, con temporal, viento, olas, no le tenía miedo al río y fui aguantando siempre de pie, cuando en muchos de estos tramos la gente se ponía de rodillas, eso me dio confianza.

Pasé un par de rápidos con mucha tensión, y al llegar a una presa, al querer pasarla de lleno, había opción de bordear andando,  la corriente fue tan fuerte que me impulsó y choqué con la ola bruscamente. Me caí de la tabla y allí llegó mi momento más crítico de la carrera. 

Pensaba  que me levantaría como siempre hago en el mar, pero de pronto empecé a golpearme por todos lados contra las rocas debido a la poca profundidad del río. Me di dos golpes muy fuertes en la rodilla y otro en la tibia, como si me golpearan con martillos. Tenía que subirme lo antes posible a la tabla, ya que era un peligro estar a la deriva con esa corriente tan bestia.

Pude levantarme, me miré la pierna y estaba sangrando mucho. Estaba en shock.

Nunca había sentido algo así. Adrenalina por salir lo antes posible del infierno y al salir, quedarme vacío y muy dolorido. No podía doblar la rodilla y los golpes me dejaron en blanco. Estaba out. Fueron unos segundos muy duros. 

Estuve un par de minutos intentando valorar la situación hasta que vi dos tablas hinchables que me pasaron y cambiaron justo en ese punto a tabla rígida. Me quedé sorprendido. Cambio de tabla??  luego comprobé que en esta carrera se permitían cambios de tabla, e incluso hacer relevos. Para otro año ya lo valoraremos...

Esto me hizo reaccionar y pensar en que venía un tramo más fácil, así que seguí remando sin más. Dolorido, pero no podía hacer nada más. Decidí continuar.

Ya calentaba el sol, y pensé en lo bien que había escogido la ropa. Veía a participantes con neoprenos, ¡qué locura! Sudaban sin parar. Yo iba perfecto. Y con la temperatura del agua tan fría, me refrescaba cada dos por tres. Incluso bebía un poco de vez en cuando para no gastar el agua del bidón tan rápido. Con un bidón cada 35 kms no hacía ni de coña. Tenía que racionalizar bastante. Ahí pequé un poco. Menos mal que en los controles podía rellenarlos.

Cada hora que pasaba me concentraba mucho en la remada, fue una master class de técnica, ya que aprovechaba cada palada para hacer la menor fuerza pero consiguiendo el máximo impulso. Hacía unas 50 paladas por minuto. Era un ritmo fuerte pero que me llevó a avanzar mucho y adelantar más participantes con tablas rígidas. Horas y horas concentrado. Muy duro.

Lo único que no llevaba muy bien fue la quilla. Era demasiado larga para ese caudal y en tramos notaba como la rascaba en las piedras,  incluso a veces me frenaba y me tiraba.  Iba con muchísimo cuidado durante toda la carrera  intentando ir siempre a las partes profundas del río. 

Si la competición se hubiera disputado cuando tocaba, a principios de Mayo, no hubiera habido ningún problema, ya que hay un metro más de agua. Pero a principios de Setiembre, no había tanto caudal. Y eso es un gran problema.

Llegué al primer avituallamiento tras 35 Km. Al ser una distancia tan larga, y no tener la experiencia en esa disciplina, iba justo y me fue genial que Neus me llenara el bidón. También me avisó que el siguiente avituallamiento también estaba a otros 35 Km, así que racionalice bien el agua. 

Salí del control acalorado, me iba refrescando con la visera. La mojaba y me la volvía a poner. Eso me refrescaba mucho. 

El paisaje según ibas avanzando era cambiante. Pasabas por castillos espectaculares, que lo hacían mucho más ameno, tramos de precipicios y algún pueblecito con encanto . Pero aun así, era plena solitud.

Llegué al segundo avituallamiento Km70, donde Neus me llenó el bidón de nuevo, casi ni paré, me encontraba bien. 

En esta competición como digo la gente podía cambiar de tabla o hacer relevos, por lo que la mayoría de los que iban en cabeza del paddle surf habían cambiado tabla e incluso les daban las mochilas enteras que iban cambiando también con el camelback lleno y supongo que comida, por lo que ninguno paraba en los avituallamientos. La Neus no lo sabía y alucinaba con que no pararan ni a coger agua, y yo llegaba con el bidón vacío. Vi que había estrategia de carrera en las primeras posiciones. Es lícito, pero yo estaba en otra liga.

Había pasado el ecuador de la carrera, y eso me dio fuerza. Salí de control con las pilas cargadas. Comencé a ver que el río se ensanchaba tanto que cada vez había menos corriente, por lo que me di cuenta que venía lo más duro, remar sin parar porqué sino no, no avanzabas. 

Llevaba unas 7 horas y calculaba que iba a hacer las 13 horas que tenía planeadas, una competición muy larga en la que la cabeza tiene que dar el 100%.

Cada vez hacía más calor, así que notaba que iba gastando más calorías, por lo que comencé a tener hambre. Deseaba llegar al siguiente avituallamiento para comer algo consistente. Y llegó. Me paré en el Km 91 y comí todo lo que pude de la bolsa que llevaba Neus: jamón, queso, fuet, chocolate, frutos secos, coca cola, todo lo que encontraba. Necesitaba energía para el final.

Noté que en esta carrera no me podía relajar en ningún momento. En las carreras de running de larga distancia siempre tengo momentos en que me puedo evadir, incluso pensar en mis cosas, aquí no. Pensaba que si dejaba de remar en algún momento, se me haría eterno, y tenía que concentrarme mucho en mirar el río y avanzar, por lo que estuve en tensión toda la carrera, increíble. No me permitió tampoco disfrutar mucho del paisaje, a pesar de ser verde y precioso, lleno de pueblos espectaculares. Entré en una cadencia constante de 10 Km/h y era como una máquina que no para, solo remar y remar.

No había visto aún ninguna tabla inflable, solo rígidas, y en ese tramo me adelantó de pronto un participante con tabla hinchable. Eso me activó, modo competición on. Sabía que delante mío no había ninguna tabla hinchable y eso me hizo despertar. Quería luchar por el primer puesto de mi categoría.  

Apreté y lo pasé. Me concentré en mantener mi posición, en ese momento fue la gasolina que necesitaba. Estuvimos compitiendo un rato, hasta que pude sacarle una ligera distancia. 

Llegué al último control, Km 107 y allí estaba Neus dándose un baño. Se lo estaba pasando en grande. La verdad que ir siempre acompañado en una aventura de estas dimensiones con alguien tan positivo y con esas ganas de ayudarte, es un plus que te llena de energía. 

Me paré un segundo para comer algo y mientras Neus estaba llenando el bidón vi que pasaba el francés con la hinchable.

Y no paró. Me rompió un poco los planes. Pensaba que pararía y yo saldría antes, pero no fue así. Salí escopeteado en busca de él y no conseguía atraparlo. Supongo que él estaba como yo, dándolo todo, pero aún quedaban 2 horas, que se dice pronto. Me concentré y no paré ni un segundo .Me vi capaz de luchar hasta el final. 

Poco a poco lo fui atrapando y al final, lo pasé. Que subidón. 

Entre el estrés que llevábamos, seguir mirando el río para buscar la zona más rápida y el cansancio,  no pude ni hablar con él. En las carreras de running es totalmente diferente. Tienes algún momento para compartir alguna experiencia y demás, pero remando, imposible. 

Noté que el sol ya estaba cayendo, la meta tenía que estar cerca. Lo disfruté porque vi que la distancia aumentaba respecto al Francés con la hinchable y encima me encontraba bien. Conocía los tres últimos pueblos porque había estado antes allí de vacaciones, y cuando vi el pueblo de Domme  en la colina, ya sabía que me quedaba poco para la meta. 

Seguí remando y me encantó cruzar el pueblo de la Roque -Gageac, donde me cruzaban los grandes barcos tradicionales que dan paseos por el río, y ahí ya sabía que el siguiente pueblo era el último. 

Se me hizo largo el último tramo final, porqué creía que estaba más cerca, pero suele pasar que la meta no llega nunca cuando sabes que está cerca. 

En una de las curvas, ya vi el castillo de Castelnaud-la-chapelle, y como no, comencé a escuchar los gritos de Neus. Habían pasado más de 12 horas y media y no daba crédito a que estaba acabando. Estaba enérgico y no cansado, que curioso, supongo que al no ser deporte de impacto, son otras sensaciones. Lo viví a lo grande.

Crucé la meta y reto conseguido. 

Desde casa visualicé ese momento, pero fue mucho más de lo especulado. La fuerza mental fue vital para superar esta carrera. 12 horas y 33 minutos, y primer participante en tabla hinchable. No podía pedir más.

Muy contento de completar 130kms en paddle surf, pero mucho más contento por saltar todos los obstáculos de esta aventura tan peculiar. Un gran descubrimiento.


Material Utilizado

SUP ONE Paddle Surf   Visera técnica para el sol y el sudor

HANKER  Mallas técnicas con cintura baja con bolsillos para alimentos

AWA SUNGLASSES  Gafas que flotan modelo TULUM ideales para sol V4

















































































2 comentarios:

Irene Luz dijo...

Emocionante crónica!!!

José Luis dijo...

Eres un crak Xavi!! Genial tu crónica. Enhorabuena!!